UNA SONRISA MAS, UNA MANO LEVANTADA, UN GRITO DE FUERZA Y VALENTIA DE LAS MUJERES, LA REBELDIA DE LA VIDA DE LAS MUJERES.... CONMEMOREMOS JUNTAS EL FESTIVAL POR LA VIDA DE LAS MUJERES.... JUNTEMONOS MUCHA
Somos lesbianas que nos construimos colectivamente en espacios de reflexión y de análisis para aportar a la deconstrucción de la heterorrealidad. Trabajamos en la construcción de la sujeta política lesbiana, desde nuestro ser y que hacer por el respeto de vivir una sexualidad libre para la toma de decisiones sobre nosotras mismas.
viernes, 15 de noviembre de 2013
viernes, 8 de noviembre de 2013
HETEROSEXUALIDAD OBLIGATORIA
HETEROSEXUALIDAD OBLIGATORIA
Documento para la Formación,
COLECTIVA LESBICA TODAS SOMOS
Rosario Escobedo
• El feminismo lesbiano se forma
a partir de lo que se suele llamar la segunda oleada del movimiento de mujeres:
a partir de finales de los años sesenta del siglo XX. Su primer proceso fue el
de dar forma a una estructura de identidad colectiva en la que las lesbianas
pudieran reconocerse. En un segundo momento, se trataba de dotar a esa
identidad de una dimensión política pública.
• Se define entonces el
lesbianismo como una opción política que
se articula en términos de identificación con otras mujeres. Identificación en
todos los aspectos de la vida, no sólo en el deseo o en el placer. Es decir,
que el lesbianismo va más allá de la cuestión de la sexualidad. La lucha
política se cifraría en la abolición del patriarcado como sistema de dominación
y en la definición de una nueva subjetividad.
• Dos de las autoras más
importantes del pensamiento feminista lesbiano, Monique Wittig y Adrienne Rich,
examinan en su obra las estructuras del orden patriarcal que el lesbianismo
amenaza. Su análisis desentraña la institución de la heterosexualidad.
En el artículo «Heterosexualidad obligatoria y
existencia lesbiana» (1980), Adrienne Rich plantea tratar «La existencia lesbiana como realidad y como fuente de
conocimiento y de poder disponible para las mujeres, o la propia institución de
la heterosexualidad como avanzadilla de la dominación masculina» (Rich
1986: 45). Crítica la suposición de la heterosexualidad como siendo la
«preferencia sexual» de la «mayoría de las mujeres», de modo implícito o
explícito.
• La Heterosexualidad, como la
maternidad, tiene que ser reconocida y estudiada como institución política, y este análisis lo deben llevar a cabo, precisamente,
aquellos que por su experiencia personal creen ser «los precursores de una nueva relación social entre los sexos»
• Al fijarnos en las medidas
adoptadas para mantener a las mujeres dentro del ámbito sexual masculino,
aparece una pregunta:
Si la cuestión que
las feministas tienen que plantearse no es la simple «desigualdad de género»,
ni el dominio de la cultura por parte del macho, ni los meros «tabúes contra la
homosexualidad», sino cómo se fuerza a las mujeres a la heterosexualidad como
medio de garantizar el derecho masculino al acceso físico, económico y
emocional a ellas. (Rich 1986: 64).
• La heterosexualidad obligatoria
es, entonces, la institución política que
garantiza el acceso de los hombres a los cuerpos de las mujeres, y su
explotación sexual, afectiva y económica. La heterosexualidad no podría ser
una “preferencia” u “opción” de la sexualidad para las mujeres, en tanto que
como institución política o estructura, las mujeres estarían obligadas a
adoptarla, y en ningún caso se puede presentar como una opción libre entre
otras (por ejemplo: el lesbianismo).
2.
EXISTENCIA LESBIANA Y CONTINUUM LESBIANO
• Además de heterosexualidad
obligatoria, Existen otros dos conceptos: existencia
lesbiana y continuum lesbiano.
Existencia lesbiana se refiere al hecho de la presencia histórica de las
lesbianas en el Mundo y su visibilización en los diversos procesos de la vida e
historia de un grupo.
Continuum lesbiano, trata de recoger una gama de experiencia
identificada con mujeres, más allá del deseo de una experiencia sexual genital
con otra mujer. Entre estas experiencias: compartir una vida más profunda y
rica, la unión solidaria contra la tiranía masculina o resistencia al
matrimonio.
Ambos conceptos se elaboran para
evitar las limitadas definiciones casi siempre clínicas de lesbianismo.
• La existencia lesbiana es así
un acto de resistencia, al ser un ataque contra el derecho masculino de acceso
a las mujeres. Por otra parte, recuerda la falta de conocimiento alguno de una
tradición, la destrucción de los registros y recuerdos que documenten la
realidad de la existencia lesbiana. Además insisto en que no se puede equiparar
la existencia lesbiana a la homosexualidad en general, dado que al incluir a
las lesbianas en una suerte de versión femenina de la homosexualidad masculina
se les priva de su existencia política. Por las diferencias con los
homosexuales varones se puede afirmar que:
La experiencia lesbiana se percibe como algo que, al
igual que la maternidad, es una experiencia profundamente femenina, con
opresiones, significados y potenciales concretos que no podremos comprender
mientras nos limitemos simplemente a agruparla con otras existencias
sexualmente estigmatizadas.
• En definitiva, la cuestión es
la falta de elección de las mujeres, su obligatoriedad heterosexual que hace
que las mujeres sigan dependiendo de la suerte o del azar de las relaciones
concretas, no teniendo «poder colectivo para determinar el significado y el
lugar de la sexualidad en sus vidas». (Rich 1986: 80).
• El fundamento del pensamiento
de Monique Wittig es la crítica a lo que denomina pensamiento heterosexual,
constituyendo éste «la relación obligatoria social entre el “hombre” y la
“mujer”». Para ella, en la crítica a la supuesta naturalidad del género
(efectuada por Simone de Beauvoir en su Segundo Sexo) pervive un nudo sin
examinar, dice en su artículo de 1978 «El pensamiento heterosexual»:
Las categorías de las que se
trata funcionan como conceptos primitivos en un conglomerado de toda suerte de
disciplinas, teorías, ideas preconcebidas, que yo llamaría «el pensamiento
heterosexual». Se trata de «mujer», «hombre», «sexo», «diferencia» y de toda la
serie de conceptos que están afectados por este marcaje, incluidos algunos
tales como «historia», «cultura», «naturaleza» y «realidad». Y por mucho que se haya admitido
en estos últimos años que no hay naturaleza, que todo es cultura, sigue
habiendo en el seno de esta cultura un núcleo de naturaleza que resiste al
examen, una relación excluida de lo social en el análisis y que reviste un
carácter de ineluctabilidad en la cultura como en la naturaleza: es la relación
homosexual. Yo la llamaría la relación obligatoria social entre el «hombre» y
la «mujer».
• El fin es la crítica de la heterosexualidad
no concebida como sexualidad, sino como un régimen político. Hasta ese momento
el feminismo había analizado el “patriarcado” como un sistema ideológico de
dominación de la clase de los hombres sobre la clase de las mujeres. Primero se
analiza la no naturalidad del género, ahora debemos analiza la no naturalidad
de la heterosexualidad, y la no naturalidad del sexo. Debemos cuestionar las
categorías de “hombre” y de “mujer”, no cuestionadas hasta este momento. Se
trata de destruir las categorías de sexo (mujer y hombre), eliminando su uso,
para «encontrar una nueva y subjetiva
definición de la persona y del sujeto para toda la humanidad». Superar esa
relación heterosexual obligatoria de carácter cultural supone la eliminación de
los hombres y las mujeres «en tanto clases y en tanto categorías de pensamiento
y de lenguaje». La transformación de los conceptos clave exige pensar una nueva
categoría subjetiva que no sea ya ni hombre ni mujer.
• En este sentido, la tesis
principal es la posibilidad de hallar «una nueva y subjetiva definición de la
persona y del sujeto para toda la humanidad», pero que esta nueva subjetividad
sólo puede estar, «más allá de las categorías de sexo (mujer y hombre). Y es el
lesbianismo el lugar social y realmente adecuado para pensar esta nueva
categoría subjetiva. Ser “lesbiana” es el único concepto que está más allá de
las categorías de sexo (mujer y hombre), porque el sujeto lesbiana «no es una
mujer ni económicamente, ni políticamente, ni ideológicamente». De modo que el
lesbianismo ofrece, de momento, la única forma social en la que se puede vivir
libremente: por ocupar un espacio más allá de las categorías constituidas.
• Se trata de crear una nueva
categoría que permita abolir el sistema heterosexual. No se trata –como para
Adrienne Rich– de sustituir la categoría de “mujer” por la de “lesbiana”, sino
de utilizar la posición estratégica de las comunidades lesbianas para destruir
el sistema heterosexual. Dice Wittig en su artículo de 1981 «No se nace mujer»:
«Somos [las lesbianas] desertoras de nuestra clase, como lo eran los esclavos
americanos fugitivos cuando se escapaban de la esclavitud y se volvían libres»
(Wittig 1992: 43).
• Se critica la naturalización de
la historia y de los fenómenos sociales que manifiestan la opresión de las
mujeres, haciendo de ese modo imposible cualquier cambio. Este pensamiento
pretende suprimir las categorías de género y de sexo, no sólo transgredirlas.
Dice en el artículo «No se nace mujer»: «Así, una lesbiana debe ser cualquier
otra cosa, una no-mujer, un no-hombre, un producto de la sociedad y no de la
«naturaleza», porque no hay «naturaleza» en la sociedad.» (Wittig 1992: 35). Y
en «El pensamiento heterosexual» afirma:
Esto supone decir
que para nosotras no puede ya haber mujeres, ni hombres, sino en tanto clases y
en tanto categorías de pensamiento y de lenguaje: deben desaparecer
políticamente, económicamente, ideológicamente. Si nosotros, las lesbianas y
gays, continuamos diciéndonos, concibiéndonos como mujeres, como hombres,
contribuimos al mantenimiento de la heterosexualidad. (…) Hay que llevar a cabo
una transformación política de los conceptos clave, es decir, de los conceptos
que son estratégicos para nosotras. (Wittig 1992: 54)
Que «las lesbianas no son
mujeres», tal y como Wittig proclamó al final de su conferencia de 1980, supone
que las lesbianas se encuentran al margen del sistema social, económico y
político de la heterosexualidad. Y por ello, en tanto que ocupan una posición
descentrada u oblicua en el sistema político, permiten poder pensar un nuevo
modo de constitución subjetiva. En este sentido, como veremos, se tratará de
lesbianizar a todo sujeto (incluidos los hombres).
EL
CUERPO LESBIANO: CUERPOS LESBIANOS, MONSTRUOSOS, EXILIADOS, ABYECTOS
«Hasta entonces no la había alcanzado la podredumbre y
allí, ante mis ojos, la vi de repente corrompida y marchita, porque yo había
disipado su sueño.»
Djuna Barnes, El bosque de la
noche, 166
• Un ejemplo de re significación
y posicionamiento político es el libro de Monique Wittig El cuerpo lesbiano. En
El cuerpo lesbiano encontramos esbozadas las tesis teóricas que, años más
tarde, Wittig va a desarrollar en otros lugares. Esos textos posteriores nos
ayudan a interpretar el libro de 1973. En este texto se encuentran
materializadas las posiciones teóricas y políticas que Wittig expone en otros
lugares. En una suerte de ejercicio performativo, Wittig conforma sus tesis
teóricas a través del libro. Se trata de la construcción de un lugar posible
más allá de la heterosexualidad normativa; la posibilidad de habitar un cuerpo
transfigurado por el deseo lesbiano. Este cántico lésbico construye un nuevo
cuerpo cyborg y posthumano. El texto de Wittig es un ejercicio de “ética
sexual”, una reivindicación de la dignidad de los cuerpos degradados o
abyectos, excluidos de la norma social/sexual. Por último, me gustaría vincular
el cuerpo lesbiano de Wittig con la propuesta del cuerpo cyborg de Donna
Haraway.
4.1. Desmembrar el cuerpo
• La identidad subjetiva es una
identidad sexuada (tal y como desde la perspectiva psicoanalítica se afirma) y
esta identidad sexual pasa por la “unidad” que la categoría de sexo permite
pensar, entonces la integridad corporal que un sistema ideológico permite,
puede ser cambiado. Entonces el cuerpo femenino ha sido erotizado de un modo
determinado (focalizando las zonas erógenas en senos, vagina, incluso
clítoris), y que esa erotogeneidad que la ideología heterosexual permite puede
ser variada. A eso se le denomina El derrocamiento lésbico del “sexo” que
pone la mira en las normas sexualmente diferenciadas de integridad corporal,
por ser modelos de dominación que dictan lo que “unifica” y hace coherente al
cuerpo como cuerpo sexuado. La “integridad” y la “unidad” del cuerpo, a menudo
considerados ideales positivos, sirven a los objetivos de fragmentación,
restricción y dominación.
• El cuerpo lesbiano desplaza la
ideología heterosexual encarnada en el discurso de la medicina y de la
pornografía, pero, al mismo tiempo, su discurso es ajeno a cualquier discurso
erótico conocido. Como afirma Beatriz Preciado: «De hecho, la medicina y la
pornografía dominantes funcionan como formas de pedagogía biopolítica que
enseñan cómo hacerse un cuerpo hetero y por lo mismo, la medicina y la
pornografía comparten la misma epistemología de representación del cuerpo».
• El ejercicio sería el de desintegrar
el cuerpo, para luego poder de construirlo miembro a miembro, órgano por
órgano, fragmentar al sujeto de la enunciación: desmembrar todo sujeto
femenino. Pero no se trata sólo de la destrucción del cuerpo femenino, ese
cuerpo debe ser recompuesto, reconstruido; el cuerpo fragmentado sigue además
gozando: está vivo.
• Porque se trata de construir un
lugar posible para la constitución del nuevo sujeto lesbiano, más allá de la
división diádica de los sexos. Por eso Wittig le desea a su amada ya hacia el
final del libro: «…que pierdas el sentido de la mañana y la noche de la
estúpida dualidad con todo lo que de ella se deriva […] que la estrella negra
te corone al fin dándote asiento a mi lado en el apogeo de la figuración del
amor lesbiano mi más desconocida» (Wittig 1973: 135).
• Nominar el nuevo cuerpo permite
construir un nuevo lugar para el amor lesbiano, un lugar posible hasta ahora
negado por la cultura heterosexual. Unos años más tarde se analizará sobre la
continuidad entre el orden simbólico y el orden político y económico, señalando
el modo en que el lenguaje y la abstracción dan forma al cuerpo de aquellos a
quienes oprime. Lo que vemos en El cuerpo lesbiano es entonces un acto de
resistencia, un ejercicio filosófico, literario y político en el que se
conforma el nuevo cuerpo lesbiano, aquel que no tenía ni lugar (económico,
simbólico y político), ni nombre. La amante construye el nuevo cuerpo de la
amada, igual que la escritora analiza y deconstruye el lenguaje y la ideología
heterosexual para crear nuevas posibilidades.
• El discurso radical se cifra en
el intento de transfigurar el cuerpo, para conseguir una redefinición radical
de las mujeres en tanto que sujetos políticos. El amor lesbiano transforma a
las amantes y les permite reconstruir sus cuerpos despedazados. La nueva unidad que el nuevo nombre otorga a
las amantes viene dada por el cuerpo lesbiano. La letanía de todas las partes
del cuerpo desmembradas comienza con el cuerpo lesbiano, pero su final es
también este nuevo nombre que reconstruye y da unidad al nuevo cuerpo político
y erótico. Además, se trata de lesbianizar a todos los sujetos; dice:
«…estableciendo un sujeto lesbiano como sujeto absoluto donde el amor lesbiano
es el amor absoluto»
Lesbianizar los cuerpos
significa, como vimos, construir una nueva posición política y sexual más allá
de las categorías binarias de las posiciones sexuales dadas: hombre y mujer.
Por ello, al atacar el orden heterosexual en los textos, se trata de
lesbianizar a los hombres y a las mujeres.
Es un ejercicio de ética sexual en tanto que construye un lugar posible
para una posición sexual no simbolizada en la historia del pensamiento. Erotizar
el cuerpo a partir del lesbianismo, construyendo un nuevo cuerpo político,
filosófico y erótico. Un cuerpo lesbiano que como el cuerpo cyborg de Donna
Haraway pretende abolir y superar la diferencia sexual.
jueves, 15 de agosto de 2013
PARTICIPA EN LA INVESTIGACIÓN Discriminación por Orientación Sexual e Identidad de Género las Lesbianas, Bisexuales y Los Trans en Guatemala
ESTIMADAS AMIGAS,
A continuación se le presenta un cuestionario el objetivo de la investigación es contribuir a contrarrestar la violencia en contra de las Mujeres. Toda la información proporcionada es completamente anónima y servirá únicamente para los fines de la investigación. Agradeceríamos que compartan el cuestionario con amistades que puedan estar interesadas en el tema
NO GASTAMOS MUCHO TIEMPO, Y PROCURAREMOS TENER UN MUESTREO LO MAS ACERTADO POSIBLE CON NUESTRA REALIDAD,
LLENEMOS ESTE CUESTIONARIO TODAS.... INVITEMOS A OTRAS
sábado, 18 de mayo de 2013
Suscribirse a:
Entradas (Atom)